Los 10 Mandamiento

En el Nuevo Testamento, Jesús no abrogó los Diez Mandamientos, sino que los redefinió y profundizó su significado. Los resumió en dos mandamientos principales: amar a Dios sobre todas las cosas y amar al prójimo como a uno mismo. Enfatizó que la obediencia a los mandamientos no se trata de una ley externa impuesta, sino de una respuesta interior de amor a Dios y al prójimo.

Pablo hace referencia al Decálogo varias veces en sus epístolas. En ocasiones, es explícito al recitar algunos de los mandamientos, como lo hace en Romanos 13:9. Otras veces, los hace referencia implícitamente, como en 1 Timoteo 1:8–10: "Pero sabemos que la ley es buena, si uno hace uso de ella legítimamente, reconociendo esto: que la ley no ha sido instituida para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas [6º mandamiento], para los fornicarios, para los sodomitas [7º mandamiento], para los secuestradores [mandamiento 8], para los mentirosos y perjuros [9º mandamiento], y para cuanto se oponga a la sana doctrina" (RV60).

Aquí están los Diez Mandamientos y dónde se encuentran en el Nuevo Testamento:

1) No adorarás a otros dioses (1 Corintios 8:6; 1 Timoteo 2:5)

2) No harás ídolos (1 Juan 5:21)

3) No tomarás el nombre del SEÑOR en vano (1 Timoteo 6:1)

4) Acuérdate del día de reposo para santificarlo. (Hay muchas referencias al día de reposo en el Nuevo Testamento, incluida la asunción de que los judíos bajo la ley en tiempos de Cristo estarían observando el sábado. Pero no hay un mandamiento directo-indirecto para que los creyentes en la era de la iglesia observen el sábado como un día de descanso o de adoración. De hecho, Colosenses 2:16 libera al creyente de la regla del sábado. Jesús, el Señor del Sábado, se ha convertido para nosotros en nuestro descanso sabático, según Hebreos 4:1–11.)

5) Honra a tu padre y a tu madre (Efesios 6:1–2)

6) No matarás (Romanos 13:9; 1 Pedro 4:15)

7) No cometerás adulterio (1 Corintios 6:9–10)

8) No robarás (Efesios 4:28)

9) No darás falso testimonio (Apocalipsis 21:8)

10) No codiciarás (Colosenses 3:5)

Los Diez Mandamientos ayudan a los incrédulos de cualquier época a reconocer sus imperfecciones. Porque resume el contenido moral de la ley de Dios, el Decálogo puede ser utilizado como un espejo para mostrar a la gente sus pecados. Los mandamientos reflejan el carácter inmutable de Dios, por lo que, como Dios, son eternos, intemporales, universalmente aplicables, e inmutables.

Los 10 Mandamientos en familia

Construído por María Eugenia y Yetsi

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