Testimonio Ruth hija menor Nérida
El canto de mi alma: De la noche a la luz
Nacida siendo la menor de catorce hermanos, bajo la humildad, calidez y sencillez de un hogar recorrí el camino de la educación desde el kínder hasta la secundaria, completando además cursos administrativos e informáticos. Sin embargo, en la cúspide de mis dieciocho años, la inmadurez me arrastró a una vida nocturna llena de deleite por el baile, alcohol y la compañía de amigos superficiales. Me sumergí en un mundo de peligros inminentes, desobedeciendo la palabra del Señor y cosechando un sinfín de experiencias: alegrías y tristezas, decepciones, sufri enfermedades consecuencias de los malos hábitos en todos los aspectos y más que nada el sabor amargo de la vida.
No obstante, en medio de ese loco torbellino, Dios intervino con su poderosa mano. La bendición de un embarazo llegó a mi vida, despertando en mí el amor más puro e incondicional: el de madre. Este don divino marcó un antes y un después, convirtiéndose en la primera piedra angular de mi transformación.
La vida continuó presentando sus desafíos, con tropiezos, lágrimas y dolor, soledad. Pero en medio de las dificultades, me aferré a la fe, con la convicción de que Dios me guiaba hacia un camino mejor. Un nuevo amor llegó a mi vida, floreciendo en matrimonio y bendiciéndonos con dos hijas más.
Junto a mi esposo, emprendimos un camino de esfuerzo y superación. Estudié, aun continuio estudiando, cultivando el hábito de aprender en todo tiempo es un gimnasio para el cerebro estudiar y aprender, trabajé en casa me afane y afano con el hogar me gusta estar en un ambien limpio, ordenado donde se respire tranquilidad, trabaje con mi esposo, aprendi muchisimo de él, aprendi desde 0, desde aprender a estudiar hasta como ejecutar mi labor aún sigo aprendiendo yél enseñandome, me esmere en cambiar como mujer, ahora con distintas areas en mi vida, me adapte al nuevo cambio de ser esposa, ser madre de y de (3 chicas) y, con el apoyo de mi familia, continué buscando incansablemente el camino de Cristo. Leí la Biblia, canté sus alabanzas, me imaginaba como Dios me iba abendecir cada dia y cada momento y asi luché contra las debilidades que aún me acechaban.
La carne, con sus tentaciones y fragilidades, me puso a prueba en numerosas ocasiones: orgullo, pensamientos negativos, tristeza, vicios, pereza, desánimo, cansancio y malos hábitos alimenticios y consumo de alcohol, entre otros. Todos estos obstáculos, en diferentes grados, amenazaban con alejarme de Cristo.
Sin embargo, hoy puedo decir con firmeza que la victoria ha sido del Señor. Soy una mujer casada, madre de tres hermosas hijas y esposa de un hombre maravilloso, con virtudes y defectos al igual que yo al igual que todo ser humano. Hemos recorrido juntos diecinueve años, con altibajos inevitables, pero cimentados en el amor, el respeto, la unión y la comunicación.
Tras andar de la mano y abrazada con la noche, y con toda la maldad que ella trae, el Señor ha obrado su prodigiosa obra en mí y en mi familia. Cada día, y cada semana junto a mi esposo e hijas, dedicamos tiempo a la oración y a la lectura de la Biblia, no es fácil conducir una famlia a los pies de Cristo, te ven raro, con cara de aburridos con poco entusiasmo por la palabra, con pena de cantar de leer pero LO HACEN, es lo importante ya poco a poco con Dios de la mano él nos irá tranaformando para su gloria estamos en ese proceso, de administrar nuestro tiempo y dedicarle el tiempo que merece a nuestro señor. Intento amar con la intensidad del primer día, perdonando ofensas, habladurias, olvidando rencores y silenciando las críticas. He transformado mi conducta, desde la personales, hasta alimenticia, intento alimentarme mejor empujarme a mi y a mi familia a ejercitarnos cada día "aún con la certeza de que el camino por recorrer es largo".
Hoy en día en el inmenso universo de internet, he encontrado una forma de compartir la palabra de Dios a través de breves videos en los que expongo versículos bíblicos que nos recuerdan las promesas divinas. Mi objetivo es ofrecer aliento a aquellos que lo necesitan, demostrando que "el nombre de Cristo tiene poder".
Al mirar hacia atrás y detallar cada paso de mi vida, me invade una profunda gratitud, un sentimiento de lloro, gozo, amor, hacia Dios. Cada día, hasta el momento en que sea llamada a su presencia, mi corazón y mi mente estarán llenos de agradecimiento, amor y exaltación hacia el Rey de Reyes, más aun estando en su presencia.
Ahora más que nunca confio cada uno de mis caminos, y areas de vida e ideas a mi señor, sigo en pie de lucha, en oración y alabanza, por que el enemigo esta siempre acechante en todo tiempo, pero ciegamente confiada estoy mi Cristo Jesus.
Versículos bíblicos que han marcado mi camino:
- Proverbios 3:5-6: "Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento; Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas."
- Salmo 119:105: "Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino."
- Romanos 12:2: "No se conformen a este siglo, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente, para que puedan probar cuál es la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios."
- Efesios 6:10-11: "Por lo demás, hermanos míos, fortalezcanse en el Señor y en su poderío. Vístanse de toda la armadura de Dios, para que puedan resistir las artimañas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales."
- 1 Corintios 15:57: "Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo."
Mi testimonio es un canto de esperanza, un himno a la transformación, un GRITO a la renovación que Dios obra en aquellos que lo buscan con sinceridad. Es la prueba de que, incluso en medio de la oscuridad más profunda, su luz puede brillar con fuerza.
Testimonio; Edixon, Nieto de Nérida
Nacido entre las murallas de una humilde casa en los suburbios venezolanos, bajo el techo protector de sus abuelos paternos, Edixon sintió desde temprana edad el vaivén incesante de la vida. Sus padres, entregados a la lucha diaria por subsistir, lo confiaron a un coro de brazos amorosos: abuelos maternos, paternos, tíos, cada uno tejiendo un hilo más en la intrincada madeja de su existencia.
La niñez, que prometía ser un edén de inocencia, se vio marcada por una sombra oscura: la irreparable pérdida de su hermano mayor. El vacío que dejó aquel suceso se convirtió en una herida abierta, sangrando dolorosamente en el alma del niño. La separación de sus padres, como una nueva estocada, profundizó aún más la grieta.
Adolescencia y juventud fueron un torbellino de emociones desbordantes. Huyendo del dolor, se refugió en los placeres efímeros, buscando en ellos un bálsamo que nunca encontró. La vida, una vez más, le tendió una emboscada, conduciéndolo por senderos oscuros y peligrosos. Las consecuencias de sus actos, inevitables, lo llevaron a las puertas de la justicia.
Encerrado en las paredes frías de una celda, Edixon se encontró cara a cara con sí mismo. La soledad, lejos de ser un castigo, se convirtió en una oportunidad para la introspección. En la oscuridad, una pequeña luz comenzó a brillar, débil al principio, pero cada vez más intensa. Fue entonces cuando recordó las historias que sus abuelos le contaban de niño, historias de un rey lleno de amor y misericordia, un rey que podía sanar las heridas más profundas.
Con el corazón arrepentido y el espíritu sediento de redención, Edixon clamó a ese rey. Y su clamor fue escuchado. La transformación fue lenta pero profunda. Las cadenas que lo ataban fueron rompiéndose una a una, y en su lugar nació un hombre nuevo, libre de las ataduras del pasado.
Hoy, Edixon puede dar testimonio de que todo lo vivido, cada dolor, cada tropiezo, fue necesario para que pudiera conocer al verdadero Rey de Reyes. Su vida, antes un laberinto sin salida, ahora es un camino luminoso, lleno de propósito y esperanza. Y él, guía de otros perdidos, comparte su testimonio con el mundo, demostrando que incluso en las tinieblas más oscuras, la luz de Dios puede brillar con fuerza. ya libre y con una nueva perspectiva de la vida, decide regresar a su barrio. Al principio, la gente lo mira con recelo, pero poco a poco, a medida que comparte su testimonio, las miradas se vuelven de curiosidad y luego de admiración.
Hoy dia es ejemplo para muchos de amor esfuerzo, sacrificio, es un hombre, padre, casado, una cabeza de hogar digno de un ejemplo a seguir.
Te quiero mucho sobrino eres inspiración.

De mi para ti en la etapa de oscuridad y desesperanza:
Salmo 42:6: "Mi alma está angustiada dentro de mí; por eso me acordaré de ti desde la tierra del Jordán, y de los Hermónes, desde el monte Mizar."
Isaías 53:3: "Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en aflicción; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos."
Para la etapa de transformación y encuentro con Dios:
2 Corintios 5:17: "De modo que el que está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas."
Romanos 8:1: "Así que, ahora no hay condenación para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu."
Para la etapa de compartir su testimonio:
Mateo 5:16: "Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos."
Hechos 1:8: "Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
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Comentarios
Saludos, hermosos y reconfortantes testimonios, experiencias de vidas y de valor❤️ Gracias Señor sin Ti No Sería Posible🙏
Que orgullo sobrino hermoso