Apacienta mis ovejas

Publicado el 25 de febrero de 2025, 10:27

Apacienta mis ovejas

Sí, es un encargo importantísimo

15 Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que estos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos. 16 Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. 17 Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas. 18 De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras. 19 Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto, añadió: Sígueme.


Una vez más leemos: Sí, es un encargo importantísimo: Nosotros hemos de ser mensajeros del Señor Jesús. El Evangelio (llamado también las Buenas Nuevas) se dirige a todos los hombres; y nosotros debemos anunciarlo para que muchos sean salvos. ¿No quisieras cooperar en el cumplimiento de este encargo tan glorioso?
Tal vez dices: «Sí que me gustaría hacerlo, pero no sé cómo.» Puedes empezar por la oración; es la manera más eficaz de cooperar. Empieza a orar por personas de las cuales sabes que no han aceptado aún al Señor Jesús como su Salvador personal. Cree que Dios puede responder a tus peticiones. Sin embargo, si Dios no contesta enseguida y visiblemente sus oraciones, no debes desanimarte, porque Él sabe mejor cuándo y cómo ha de contestar nuestras oraciones.
No obstante, la condición para que se cumplan tus oraciones es que tú mismo hayas acudido con tus pecados al Señor Jesús y que le hayas aceptado como tu Salvador personal.

Vale la pena reflexionar una vez más en estas preguntas, respuestas y encargos. Si como cristianos estamos dispuestos a dejar hablar al Señor Jesús a nuestro corazón, Él nos mostrará el punto débil de nuestra vida; pero al mismo tiempo nos dará el poder de ser verdaderos vencedores. Para eso hace falta conocerle como nuestro Redentor, mirar hacia Él, buscarle diligentemente en Su Palabra, la Biblia, y dejar obrar Su amor en nuestra alma. Entonces, el Señor Jesús también podrá hacer de nosotros sus testigos, de la misma manera que Pedro.

DIOS TE BENDIGA ESTE DIA Y SIEMPRE RECUERDA: " Este es el día que hizo Jehová; Nos gozaremos y alegraremos en él." Salmos 118:24 Reina-Valera 1960.

Añadir comentario

Comentarios

Nieves
hace 2 meses

Hermoso mensaje que edifica nuestras vidas

Crea tu propia página web con Webador